viernes, 5 de agosto de 2016

Tecnólogos y habilidades blandas

Pura vida gente!

Mucho se ha escrito sobre el tema, por lo que voy a plantearlo de manera distinta. En Costa Rica, mi país, tenemos una prerrogativa importante respecto a varios temas de carácter tecnológico-legal.

Voy a comenzar mi elocución con datos de la Plataforma Tecnológica sobre el Estado de las capacidades para la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en Costa Rica, que forma parte del Programa Estado de la Nación (PEN). Este proceso de investigación y análisis que culminó con la publicación del Primer Informe Estado de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, en 2014, generó un rico acervo de información estratégica sobre la situación del país en estos temas.

A partir de ello, el PEN creó la plataforma Hipatia, un bien público al cual se puede acceder mediante la dirección www.eccti.or.cr y que ofrece información desde dos aplicaciones. La primera de ellas contiene seis paneles (dashboards), por medio de los cuales se puede hacer consultas sobre los muchos temas de tecnología.

La segunda aplicación consiste de dos buscadores. Uno que permite identificar los laboratorios públicos que ofrecen servicios tecnológicos y otro que brinda información sobre las acciones de vinculación que desarrollan las universidades adscritas al Conare.

Citado lo anterior, vamos con los datos. El link para ver los datos completos este.

Tenemos un gráfico como el siguiente:


Observen la traza de color negro. La pregunta de control que da origen a los datos, que aprovisionaron el gráfico fue: ¿De mantenerse las tasas actuales de formación a nivel superior, cuáles disciplinas podrían en el mediano plazo tener mayores dificultades de relevo generacional?

De lo anterior se puede entender que en las carreras de ingeniería y de tecnología, hasta el 2015, casi el 40% de los graduados está en un rango de 26 a 35 años de edad. Por lo que basados en la brecha generacional vista, los paradigmas de obtención de conocimiento y los modelos de contratación laboral deben (y deberán) ajustarse a las necesidades inmediatas de este grupo de nuevos profesionales.

En CRC no necesariamente se requiere una educación formal o universitaria. Hay muchos profesionales que no se crearon a través de una universidad porque son autodidactas. Muchos de ellos son profesionales muy capacitados y competentes, y por supuesto, están aquellos cuya calidad profesional es cuestionable. Pero el hecho curioso, es que se tenga o no título universitario existe gente en ambas aristas, buenos y malos. Por lo que cabe una pregunta: ¿Se puede asegurar la calidad solamente basándose en la obtención de un título universitario?

La respuesta a eso no es sencilla. No es binaria: si o no. Ya que hay factores sociales, psicológicos, académicos, o económicos que hacen que una persona logre interiorizar que su profesión, para lo que estudió, es pieza importante en el desarrollo del país, y no solo ese "algo con que defenderse para poder comer".

Me limito a los hechos. Uno de los niveles máximos de especialización en campo un profesional determinado es el doctorado (PhD). Vean el siguiente gráfico:


Ciencias de la computación y afines está muy por debajo de la media (5,2% aprox.), de profesionales que alto grado de especialización. ¿Razones? El estudio muestra que, los formados en computación e inteligencia artificial son quienes ostentan o se encuentran entre los mejores perfiles laborales. Pero, ¿por qué el mercado laboral sigue necesitando tanto profesional aún?

Adicionalmente, los estudios de carácter multidisciplinario requeridos para abordar temas interdisciplinarios complejos que podrían tener un mayor impacto en la atención de problemas de la realidad nacional corresponden a tan solo un 1% de la producción.

Para responder a la última pregunta, aquí es donde las habilidades blandas entran: empatía social, responsabilidad, ética profesional, resiliencia, asertividad, facilidad de comunicación, trabajo en equipo, proactividad, adaptación al cambio, creatividad y muchas otras más.

Sería posible tan siquiera considerar que, una charla de 3 o 4 horas de ética profesional sea suficiente para desarrollar dichas habilidades (más las que no se mencionaron). Sería mejor formar profesionales (con o sin título) a nivel país, de manera integral entre industria-academia-estado con programas orientados al servicio social y el emprendedurismo, para convencer, "evangelizar" si se quiere, a las personas para formar un cambio cultural real.

Si la persona quiere hacer carrera y lograr puestos más altos, junto a la preocupación que debe tener por sus competencias técnicas, tiene también que preocuparse seriamente del desarrollo de sus habilidades blandas, que son en definitiva las que conducen al desarrollo y las que generan proyecciones en el mundo laboral moderno.

Mi país es extraño en muchas cosas. De grandes contrastes. La libertad de profesión simplemente no se debería encasillar, que de todas formas por estar protegida por Constitución no se puede, ya que la convertiría en una dictadura de las minorías. En el caso específico de la ciencias de la computación e informática, con su pluralidad permite formar economías basadas en la información y el conocimiento. Siempre será mejor apuntar como gremio a la apertura de pensamiento, y saber que se es mejor profesional cuando hay una infraestructura que te apoya y no te limita.

Cierro con un gráfico que me gustó.


La importancia de contar con personal idóneo, está por encima de "cursitos con descuento" u otros incentivos. Tender puentes, es hacer Patria. La imposición de reglas sin sentido nunca ha sido ni será la solución.


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