jueves, 21 de julio de 2016

Debemos adquirir una deuda con la Sociedad.




Nosotros como profesionales tenemos, debemos, adquirir una deuda con la Sociedad.

Hola. Me gustaría tratar un tema que toma de frente a todas las esferas sociales modernas: el egoísmo moral, o egoísmo ético.

En ese contexto, me salta una pregunta cuasi retórica basada en la afirmación que indica que, la libertad es la condición ontológica de la ética; pero la ética es la forma reflexiva que adopta la libertad.

¿Es la ética aquello que se lleva a cabo en la búsqueda o en el cuidado de uno mismo?

Decía Søren Aabye Kierkegaard, un prolífico filósofo y teólogo danés del siglo XIX:

“Quien se torna grave por muchas cosas, por toda clase de grandes y sonantes cosas, pero no ante sí mismo, es –a pesar de esa gravedad- un frívolo bromista.”

En palabras más llanas, puedes engañar a todo el mundo pero no a ti mismo. Y es esa imagen del individuo frente a su Yo,es lo que lo puede tonar un egoísta moral. Y que de darse dicho egoísmo, a la larga se vuelve evidente para los que le rodean, pero lo aceptan sin ton ni son como un perro cachorro a la teta de su madre.

Para dejar las cosas claras desde el inicio y por aquello que les cause pereza leer, no me cabe en la cabeza una definición de ética sin estar ligada al altruismo.

El cuidado de uno mismo ha sido, en el mundo grecorromano al menos, un modo mediante el cual la libertad individual ha sido pensada como ética. Si usted consulta toda una serie de textos que van desde los primeros diálogos platónicos hasta los grandes textos del estoicismo tardío (Marco Aurelio por ejemplo), podrá comprobar que este tema del cuidado de uno mismo ha atravesado realmente toda una reflexión moral. Pero tranquilo, no lo voy a enviar a leer eso. Solamente, llegue al final del texto presente.

Es interesante ver cómo en nuestras so­ciedades, por el contrario, el cuidado de uno mismo se ha convertido (me declaro ignorante desde cuando) en algo... sos­pechoso. Ocuparse de uno mismo ha sido denunciado casi espontáneamente como una forma de amor a sí mismo, como una forma de egoísmo o de interés individual en contradicción con el interés que es necesario prestar a los otros o con el necesario sacrificio de uno mismo.

Por ejemplo el cristianismo. La cuestión es mucho más compleja porque en el cristianismo se procura que la salvación sea también una manera de cuidar de uno mismo. Pero la salvación se efectúa en el cristianismo a través de la renuncia a uno mismo.

Se produce así la paradoja del cuidado del Yo, pero esta es otra historia. Para volver a la cuestión que planteaba, creo que entre los griegos y los romanos (sobre todo entre los griegos), para conducirse bien, era necesario cuidar de sí, a la vez para conocerse (gnosis seauton) y para superarse a sí mismo como persona. Me permito agregarle: "y para controlar los apetitos que podrían dominamos".

uuuhhhhh!!!... ya casi llego al punto.

Los que apoyan el egoísmo ético, se basan en al menos,  tres líneas de razonamiento. Una de las cuales me siempre me ha llamado la atención, y cito:

 "El altruismo provoca que se abandonen sueños, proyectos, etc., sacrificando la vida propia para salvar a otras personas. Por lo tanto en la ética del “altruismo”, la vida de un individuo o los intereses propios no tienen valor y se debe estar dispuesto a hacer un sacrificio para salvar a otros."

Aquí es donde el Yo se convierte en Yoismo.

Tengo una frase que me encanta: "La primer palabra que sale de la boca, sale de su corazón.". Es poco probable que una persona con egoísmo ético se de cuenta. Ya que su primera preocupación es amontonar el protagonismo. Es escribir o hablar en primera persona "YO".

El cuidado de sí es, el cuida­do de los otros. Ética en si misma. Esperar quedar salvo de toda culpa por hacer el bien, porque al final hay una recompensa, es tan vacío y banal como regalar billetes de 5 dólares a corredores de bolsa en Wall Street.

Ámese a sí mismo, si. Pero no se enferme con "migomismo". Si el egoísta ético estuviese en una posición tan ventajosa que le garantizase su propia seguridad ante los demás, nada le impediría hacer a estos lo que no quisiera que le hicieran a él. Cierto? Piénselo detenidamente.

El egoísmo ético no puede ser correcto porque no puede dar soluciones a los conflictos de interés. Es decir, si sólo tomáramos en cuenta intereses propios, nunca aceptaríamos que éstos quedaran arruinados, ergo, no podría haber soluciones morales a problemas de intereses.

Alea iacta est.